Fundamentos técnicos del Vóleibol: El Remate
Dentro de los fundamentos técnicos del vóleibol el remate es uno de los más importantes debido a su correlación con la efectividad del ataque y, por lo tanto, un importante predictor de victoria (Forthomme, Croisier, Ciccarone, Grielaard & Cloes, 2005). El remate es una técnica relativamente complicada de concretar con efectividad y eficiencia debido a la complejidad secuencial y sincrónica del movimiento en su totalidad. Si su realización es deficiente, fácilmente podría culminar en una lesión por trauma repetitivo tanto en patologías de la articulación del hombro como la de la rodilla o tobillo (Briner & Kacmar, 1997), por lo que en este post les presentaré un análisis general para aquellos que deseen aprender a realizar esta llamativa técnica de mejor manera.
Antes de analizar en concreto la técnica es necesario que hagamos su desglose en fases. Los autores habitualmente difieren en la agrupación de las fases, pero la mayoría concuerda en 5 momentos o fases de importancia dentro del movimiento: la aproximación, la batida, la preparación del golpe, el golpe, y el aterrizaje (Valdés, Palao, Femia, Padial & Ureña, 2004).
Figura 1. Secuencia de las fases del remate (Valdés et al., 2004)
Fase de aproximación
El inicio y el final de esta fase comprende desde el primer paso hasta la realización del penúltimo paso anterior del despegue/batida, y tiene como propósito generar una velocidad adecuada a través de 3 o 4 pasos, y que pueda ser utilizada como energía de transición para luego concretar un salto y potenciarlo. Esta velocidad no puede ser muy elevada ya que en esta fase también buscamos una correcta alineación con la trayectoria del balón que ha sido lanzado por nuestro armador. Esto es importante ya que si vamos muy rápido nos adelantamos a la trayectoria del balón (concretando el salto prematuramente con el balón todavía en el aire), y si vamos muy lento el balón caería al suelo antes de poder concretar el salto.
Durante esta aproximación los primeros dos pasos son de preparación (para el correcto ajuste de la trayectoria del balón) y el tercer paso es más amplio y profundo en preparación para la transición del salto (figura 1, primeros 4 fotogramas). Además, estos pasos deben ser progresivos en su aceleración y amplitud para cumplir con los objetivos tanto de búsqueda de trayectoria como de obtención de velocidad adecuada para la potenciación del salto. Según Huang, Liu & Sheu (1998), las velocidades correctas para cumplir con estos objetivos deberían ser 50-60% de la velocidad máxima de sprint del jugador.
Fase de batida
La batida por su parte se puede desglosar en 2 subfases: el impulso de frenado y el impulso de aceleración, y tiene como objetivo alcanzar la máxima velocidad vertical en forma de un salto, aprovechando la velocidad horizontal generada en la fase de aproximación. El impulso de frenado tiene como inicio el contacto del penúltimo paso antes del despegue y culmina en el momento en que las rodillas y caderas están en su punto máximo de flexión. Por su parte, el impulso de aceleración comienza en el punto máximo de flexión de rodillas y caderas, y termina en el momento en que los pies se despegan del piso (Valdés et al., 2004). Ambas subfases comprenderán la fase de batida como tal, pero cada una tiene un objetivo propio: el impulso de frenado tiene como objetivo hacer la correcta transición de la velocidad horizontal en velocidad vertical para potenciar el salto, y el impulso de aceleración tiene como objetivo generar la mayor velocidad vertical como tal.
Figura 2. Subfases de la batida (Valdés et al., 2004)
Es importante no dejar de lado la utilización de los brazos durante esta fase por 2 razones: nos ayudará a ganar mayor altura en nuestro salto por la correcta transición de la fuerza intentando hacerla lo más fluida posible, y ayudará a preparar la posición correcta de los brazos para las fases por seguir. Otro punto importante es la orientación de la cadera antes de realizar el salto, está deberá apuntar hacia al armador por lo que la pierna contraria al brazo ejecutante quedará levemente por delante de la homóloga, y esto se logra colocando el último apoyo con una ligera rotación interna de rodilla (Ciapponi, McLaughlin, Hudson, 1996).
Para que esto sea posible el jugador debe hacer esta transición lo más rápido posible para aprovechar la energía elástica acumulada sumada al esfuerzo generado por el sistema musculo esquelético (aprovechando eficientemente el ciclo de estiramiento-acortamiento). De no realizar esta transición lo suficientemente rápido, la energía generada por la velocidad horizontal de la aproximación no será eficientemente utilizada y se disipará antes de poder cumplir su función como energía elástica para potenciar el salto. (para ver más sobre el mecanismo del ciclo estiramiento-acortamiento pinche aquí).
Fase de preparación de golpeo
Lo que busca esta fase es principalmente generar la mayor cantidad de velocidad posible en el brazo que ejecutará el golpe, ésta tiene inicio en el momento que se despegan los pies hasta que la mano ejecutante contacta con el balón. Para esto, se analiza el esta fase en 3 partes o subfases: la preparación; que comienza cuando se despegan los pies del piso hasta que el hombro del brazo ejecutante comienza la rotación externa, la subfase de armado; que comienza con la rotación externa del hombro del brazo brazo ejecutante y culmina con el comienzo de la rotación interna (momento en que el brazo comenzará a ganar aceleración para el golpe), y la subfase de aceleración; la cual parte con la rotación interna del hombro del brazo ejecutor y termina con el contacto de la mano con el balón (Valdés et al., 2004).
Fase de preparación de golpeo
Lo que busca esta fase es principalmente generar la mayor cantidad de velocidad posible en el brazo que ejecutará el golpe, ésta tiene inicio en el momento que se despegan los pies hasta que la mano ejecutante contacta con el balón. Para esto, se analiza el esta fase en 3 partes o subfases: la preparación; que comienza cuando se despegan los pies del piso hasta que el hombro del brazo ejecutante comienza la rotación externa, la subfase de armado; que comienza con la rotación externa del hombro del brazo brazo ejecutante y culmina con el comienzo de la rotación interna (momento en que el brazo comenzará a ganar aceleración para el golpe), y la subfase de aceleración; la cual parte con la rotación interna del hombro del brazo ejecutor y termina con el contacto de la mano con el balón (Valdés et al., 2004).
Figura 3. Subfases de la preparación del golpeo (Valdés et al., 2004)
Como se puede apreciar en la figura 3, el brazo ejecutante realiza un movimiento muy parecido al de un arquero con su arco y flecha. La función de este movimiento es producir tensión en la musculatura del brazo ejecutante que favorezca al ciclo de estiramiento-acortamiento (al igual que en la fase de batida con el salto) para aumentar la velocidad del brazo ejecutante. Si la coordinación de los grupos musculares es deficiente, puede que no se aproveche el ciclo de estiramiento-acortamiento (Gutiérrez, Santos, Soto, 1994) .
Fase de golpeo
Esta es la fase mas importante porque cumple con el objetivo del fundamento técnico del remate como tal, golpear el balón en su punto más alto por sobre la malla proyectandolo a la mayor velocidad posible y controlando su dirección para que el equipo contrario no logre devolverlo. Esta fase comienza cuando la mano ejecutante entra en contacto con el balón y termina luego de la pérdida del contacto con el balón.
Hay que tener ciertas consideraciones al momento de golpear el balón. En primer lugar tener en cuenta que el balón debe estar posicionado por delante del jugador, logrando así un ángulo de 140-170° (Kugler, Krünger-Franke, Reininger, Trouillier, Rosemeyer, 1996), siendo el rango óptimo para el golpeo del balón. De esta forma el balón podrá ser dirigido hacia el suelo y no hacia el frente del jugador. Otro aspecto importante para que el balón viaje hacia el área de juego oponente (y disminuya su trayectoria, llegado lo antes posible al piso) es el lugar de impacto de la mano, deberá ser levemente por sobre el centro de gravedad del balón (que se ubica justo al centro de el) y con la mano en posición de copa (Haley, 1992). Esto último aplicará rotación en el balón, desplazandolo a mayor velocidad y acortando la trayectoria.
Para poder golpear el balón en su máximo punto de altura es esencial que el cuerpo se encuentre perpendicular al suelo y esté lo más extendido posible (ver figura 4).
Figura 4. Diferencias en la altura de golpeo según posición del cuerpo. Adaptado de Vint, 1998 (Valdés et al., 2004)
Fase de aterrizaje
El objetivo principal de esta fase es amortiguar la caída, disminuyendo la carga en las articulaciones de los miembros inferiores y la zona media (Tillman, Hass, Brunt & Bennett, 2004). En esta fase es importante una caída equilibrada y estable, intentando reincorporarse lo antes posible para prepararse a la siguiente jugada, y la correcta amortiguación de la caída nos resguardará ante posibles lesiones del miembro inferior.
El inicio de esta fase ocurre después de concretar el golpe (con la pérdida de contacto del balón), y finaliza cuando el jugador se reincorpora después del impacto de la caída (figura 5).
Figura 5. Secuencia en fotograma del aterrizaje (Valdés et al., 2004)
Para realizar esta fase de forma correcta se debe coordinar la cadena cinética de los miembros inferiores eficientemente partiendo desde el tobillo, pasando por la rodilla y luego la cadera (Valdés et al. 2004).
Concluyendo con este análisis general de la técnica del remate espero que les pueda servir de algo en la mejoría de la técnica o les de una noción de como se debería realizar en el caso de que la estén aprendiendo. Me basé en el estudio de Valdés et al. (2004) para realizar este pequeño análisis, por lo que si desean verlo más en profundidad pueden clickear aquí y los redireccionará al texto completo del estudio mencionado.
Referencias
Forthomme, B., Croisier, J.L., Ciccarone, G., Crielaard, J.M. & Cloes, M. (2005). Factors correlated with
volleyball spike velocity. Am J Sports Med, 22(10), 1513-1519.
Briner, W. W., Jr. & Kacmar, L. (1997). Common injuries in volleyball. Mechanisms of injury, prevention and rehabilitation. Sports medicine (Auckland, N.Z.), 24(1), 65-71.
Valdés, D., Palao, J.M., Femia, P., Padial, P. & Ureña, A. (2004). Análisis de la técnica básica del remate de voleibol. rendimientodeportivo.com. 8.
Briner, W. W., Jr. & Kacmar, L. (1997). Common injuries in volleyball. Mechanisms of injury, prevention and rehabilitation. Sports medicine (Auckland, N.Z.), 24(1), 65-71.
Valdés, D., Palao, J.M., Femia, P., Padial, P. & Ureña, A. (2004). Análisis de la técnica básica del remate de voleibol. rendimientodeportivo.com. 8.
Huang, C., Liu, G.C., Sheu, T.Y. (1998). A 3D Analysis of the Volleyball One-Foot Jump Spike. International Society of Biomechanics in Sports (ISBS), Konstanz, Germany.
Ciapponi, T.M., McLaughlin, E.J., Hudson, J.L. (1996). The volleyball approach: An exploration of balance. T. Bauer (Ed.) Proceedings of the XIIIth International Symposium on Biomechanics in Sports. Thunder Bay, Ontario, Canada: Lakehead University, 282-285.
Gutiérrez, M., Ureña, A., Soto, V. (1994). Análisis biomecánico del remate en voleibol. Federación Española de voleibol, Madrid.
Kugler, A., Krünger-Franke, M., Reininger, S., Trouillier, H.H., Rosemeyer, B. (1996). Muscular imbalance and shoulder pain in volleyball attackers. British journal sports medicine. 30: 256-259.
Haley, M. (1992). Remate. En Bertucci, B (Ed). Guía de Voleibol de la Asociación de Entrenadores Americanos de voleibol. Paidotribo, Barcelona, 101-111.
Tillman, M.D., Hass, C.J., Brunt, D., Bennett, G.R. (2005). Jumping and landing techniques in elite women's volleyball. Journal of Sports Science and Medicine. 3: 30-36.
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